La caída del ídolo

Suele darse en algún momento lo que se conoce como la ‘’desilusión’’ frente a determinadas personas luego de que se perciben rasgos que parecen guardar una incoherencia con el concepto que se sostenía sobre ellos. y aquí caben varias preguntas posibles: 

 

¿ Será que siempre fue así y recién ahora puedo verlo? 

¿Será que cambió de repente? 

 

Lo cierto es que todo ídolo no tiene otro destino más que su caída, puesto que solo lo que es Verdad puede permanecer. Pretender que otro Ser nos provea de algo que creemos que carecemos no puede sino albergar pensamientos de miedo que pronto se convertirán en pensamientos de ataque para quien decida sentirse ‘’estafado’’ por aquel proveedor de completud. 

 

Solo lo que es Verdad puede permanecer inmutable 

y lo único inmutable es tu completud. 

 

Reconocerse carente es el punto de partida que vaticina todo engaño hacia la verdad, en la que quien la elige se estará privando de lo único que es real. Pasará por esfuerzos por mantener esa figura, creará justificación, decidirá por momentos ver solo lo parcial, podrá sentirse estafado, querrá recuperar su percepción original, podrá desear que ciertos hechos no hubieran pasado, y más intentos por sostener lo que sabe no es real. ¿ Porque existe una resistencia a la caída del ídolo? porque atenta con el concepto que hemos construido de nosotros mismos y la caída del ídolo al estar identificado con mi ego y formar parte de lo que construimos como nuestra personalidad, produce un vacío del que se quiere escapar. 

En este punto, es que reconocemos que se ha regresado el punto original. ¿ Qué se hace con ese vacío? 

 

Este punto es clave y es donde entra en juego la posibilidad de disolver el espejo del ídolo. 

Esta consiste en utilizar la experiencia de idealización para reconocer aquellos aspectos en mi que aún creo que me faltan y por eso los reconozco en un otro, y por otro lado, negar la experiencia de desilusión para continuar sosteniendo la compleción. En este punto es que el ego puede cambiar de objeto o no, es decir, sostener aquel ídolo en su posición o elegir otro objeto con el cual identificarse. Por otro lado, sabremos que hemos trascendido el espejo del ídolo si tras su caída ocurre lo que conocemos como un despertar de consciencia. Una caída de las posiciones que habilita el reconocer en uno aquello que creiamos no poseer. 

 

‘’ Ló único que las apariencias pueden hacer es engañar 

a la mente que desea ser engañada.

verás los grandes cambios una vez hayas tomado esta decisión: 

que no deseas lo que crees que un ídolo te puede dar ’’.

 

Un Curso de Milagros

 

Lic. Sofía Levi

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